martes, 28 de septiembre de 2010

Cuerpo, Mente y Alma En Javalambre 2010


En verdad se trata de una prueba realmente especial y diferente. Parece más una reunión de amigos para hacer una excursión que una prueba de ultratrail.
Para empezar, que nadie espere arco de salida, chip, ni siquiera dorsal. La ya tradicional foto en la puerta del Refugio Serra de Alfondeguilla y un “pues venga, cuando queráis,…” dan la salida a la prueba.
El recorrido, sin marcar, obliga a apoyarse continuamente en el rutómetro y el GPS.
Respecto a los avituallamientos, ¿en qué carrera se hace el principal en el bar del pueblo sentado con primer plato, segundo, postre, cerveza y café mientras se ve el fútbol y se comentan las jugadas con los paisanos? ¿O al ascender una loma te encuentras otro con dos sillitas preparadas para que puedas disfrutar de un café con leche y mojarte un sobadito?
Además, el hecho de que la inscripción de derecho a cama y comida posibilita un post-carrera al día siguiente en el que se comparte experiencias y anécdotas con los demás participantes y la organización, realzando el ya por si buen ambiente de las pruebas de montaña.
El que termine en mi pueblo también es un motivo de aliciente extra, pero esto ya es un tema particular.

Centrándonos en la prueba en sí, a las 8 de la mañana estábamos listos para salir los 35 inscritos. Ante la ausencia del ganador de las últimas ediciones (Juanan Ruiz) el claro favorito era mi paisano de Mosqueruela Fran Robres, ganador este año del UTMDA y 17 el año pasado en el UTMB.

Yo voy provisto de mi FR305 casi nuevo en el que he conseguido cargar el track gracias a Sendallarga que, ante un correo mío, añadió alturas, tiempos y no sé qué cuantas cosas más al facilitado por la organización para hacerlo compatible. Gracias de nuevo.

Ya prácticamente desde la salida me uno a Daniel (compañero durante muchos kilómetros el año pasado) y a Manolo y Raúl de Olocau. Dispuesto a no repetir los errores de la anterior edición adopto un ritmo conservador.
La táctica me funciona bien y donde el año pasado sufrí tanto, este año subo fenomenal. Los picos de Espadán, la Rápita y las Palomas quedan atrás a pesar del fuerte calor. A partir del avituallamiento del puerto de Arenillas, Raúl y yo apretamos un poco más. En Pina nos reagrupamos los 4 de nuevo. El avituallamiento se hace un poco más largo de lo previsto ya que están televisando al Valencia y esperamos hasta que casi se acaba el primer tiempo mientras cenamos.
Rellenamos la mochila con ropa de abrigo, ya que nos avisan que en Javalambre hace mucho frío y salimos. A diferencia del año pasado corremos bastante, y Raúl y yo nos volvemos a distanciar y ya seguimos solos hasta la llegada.
Vamos alternando las subidas, cortas pero duras, en las que voy bastante bien, con largos falsos llanos en los que me cuesta seguir el ritmo de carrera de mi compañero. A la altura del Fuen del Cepo encendemos los frontales y seguimos rumbo a Javalambre. Al llegar al pie de Javalambre ya hace bastante frío y un viento fuerte. En la subida por el barranco de la Zarzuela estamos protegidos del viento, pero aparece la niebla. Arriba cero grados que sumados al viento hacen que la noche sea dura. En el control damos los nombres y salimos pitando.

Ahora nos enfrentamos al principal cambio de este año, la bajada de Javalambre ha pasado de ser relativamente sencilla a atravesar un tramo muy técnico, que unido al frío, la noche y la niebla resulta lento y complicado. Además añade 2 km al recorrido.
Se nos hace pesado pero finalmente llegamos a la pista. Desde aquí, los últimos 4 kilómetros volamos como camellos que huelen el agua.

Al llegar al pueblo, mi madre (que es una santa) nos está esperando con unas sopitas de ajo y unas chuletitas de cordero que nos alegran el cuerpo.

Al final muy contento por la carrera y por las sensaciones.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Media maratón de montaña de Higueruelas

El domingo pasado se disputó la tercera edición de esta prueba, sobre 22,5 km y unos 1000 metros de desnivel positivo.
El recorrido es bastante sencillo y corredor.
Se sale del pueblo por una pista para tomar luego una senda por un barranco siempre en ascenso hasta llegar a una cumbre sobre el kilómetro 6. A partir de aquí un descenso muy rápido por una carretera de unos 5 km hasta llegar a la Pobleta. Esta parte a mí se me hizo un poco larga.
Desde la Pobleta se vuelve a retomar el ascenso por pista y senda hasta el kilómetro 16, donde se culmina el Cerro Simón de 1224 metros.
A continuación un nuevo descenso muy rápido por pista hasta retornar a Higueruelas donde estaba la meta.

Los habituallamientos muy correctos con agua, bebidas isotónicas, planatos, frutos secos,... y bonita camiseta y gorra además de una bolsa de premio.